2014, arq: francisco
Con tres hijas infantes y una cuarta en camino, sus padres deseaban darles autonomía a las primeras en un segundo piso donde además de las habitaciones, tuvieran espacio para estudiar y relajarse. Hacia el exterior, la plástica mediterránea de la casa presenta un cuerpo sólido con asomos que al acercarse se convierten en amplios vanos para el ingreso de luz y la vista a los cerros.